77 • Roles y expectativas
A cada desafío, su rol - entre mejor entendemos el juego, decidimos el personaje, y simplificamos los objetivos, mejor.
Cada área de la vida tiene su set de expectativas y desafíos. Y en cada área de nuestras vidas no imponemos expectativas y ambiciones. Ni la gente que nos rodea ni nosostros mismos nos ponemos los mismos éstandares a través de diferentes ámbitos. Si nos ponemos los mismos parámetros para el éxito en el trabajo que nos ponemos en la casa, algo está fallando.
La complejidad de la vida, y la profundidad de nuestras aspiraciones nos hace casi imposible hacer todo bien, todo el tiempo.
Cada área de la vida requiere una perspectiva diferente y un pedacito distinto de tu personalidad para tener éxito. En el trabajo (generalmente) nos premian por proficiencia analítica, por decisiones frías y calculadas. Aplicar la misma fórmula a juegos y objetivos que requieren habilidades diferentes no va a rendir los mismos resultados.
¿La solución? Aprender que lados de tu personalidad sobresalen en que aspectos de tu vida, y progresivamente compartmentalizarlos para simplificar las cosas. Hay mil maneras de hacerlo, y cada uno tiene que refinar lo que le funcione. Pero es una práctica que vemos a menudo entre los mejores artistas y deportistas en su campo.
Cuando Beyoncé comenzó a salir de su zona de confort musical, segmentó y realzó una parte de su personalidad en un personaje: Sasha Fierce. Transformó su presencia artística para reflejar un tono nuevo y resonar más profundamente con su audiencia.
Al entrar a la NBA, Kobe Bryant se dió cuenta de que ser tecnicamente excelente no era suficiente. Para sobresalir hacia falta una ventaja competitiva psicológica - de esa necesidad salio Black Mamba. Fue el personaje que lo lanzó al estrellato y encapsuló la mentalidad que lo llevó a la cima de su profesión.
Los dos se anclaron en momentos grandes para crear personajes paralelos a si mismos. En el día a día, podemos anclarnos a necesidades o aspectos de nuestras vidas: el trabajo, la familia, las amistades y relaciones.
Sahil Bloom - por ejemplo - tiene un mecanismo para crear esos segmentos y anclas psicológicas dentro de su día. Crea un personaje para cada ámbito prioritario, y se da un límite de tiempo encarnando ese segmento de su personalidad. En la mañana su alarma dice Ninja de la Mañana (para su ejercicio), en las noches Papá Estrella. Las alarmas le ayudan a segmentar sus prioridades, control del tiempo, y sacar lo mejor de si mismo, relativo a lo más importante en ese momento.
Es cuestión de definir los juegos, escoger los personajes, y darse mecanismos para activarlos.
Me encanta!