69 • Domingueo diferente
Redefinir la palabrita para apropiarme de mi día y darle otro tono al comienzo de la semana. Do-min-gue-o.
Dominguear.
Si no haz escuchado la palabra, no importa. Todos sabemos exactamente de que se trata el domingueo, por que lo hemos sentido. Dominguear es un verbo que implica un sentimiento, donde el tiempo pasa un poco más lento, y el día se aprovecha con una ligereza diferente.
La palabra es un coloquialismo y nunca tuvo una definición específica. Depende de la región y época. En algunos países centro-americanos antiguamente se usabala palabra para describir el vestirse especialmente para las actividades del domingo. En otros países simplemente para describir el grupo de actividades especialmente reservadas para el domingo, de desfogue y relajación.
Yo crecí con la idea más cercana a la segunda opción. De que el domingo era para quedarse en la casa, descansando, pegado a la televisión. No lo hacíamos mucho, pero esa fue la intención que le comencé a dar a la palabra - un tono de ocio que me recargaba físicamente, pero me dejaba con un pelín de ansiedad existencial (otro día nos metemos a hablar de los Sunday scaries).
Hoy la cosa es diferente. Me aferro un poco más a la versión metafórica del domingueo original. Vestirse para el domingo. Prepararse para sentirse bien, y proyectarse bien físicamente. Lanzarse a la semana con un sentimiento de preparación y auto-cuidado.
No es nada intenso - y creo que cada quien tendrá su manera. Mi domingueo ideal es simple: levantarme temprano, conectarme con gente que quiero, comer bien, hacer ejercicio, leer y escribir. Trabajo lo suficiente para darle momento a la semana, pero no tanto que me canse o me enrede. Una siesta tampoco me cae mal.
Trato de hacer la mayoría. A veces no hago ninguna. Muy pocas veces logro hacer todo. Pero tengo el domingueo que me gusta claro. La nueva versión del domingueo ha hecho de los domingos mi día favorito. Se sienten como un día mío, que fluye a mi ritmo, le da un sentido de intención a mi semana, y me recarga a mi manera.
Así que hoy - si estás leyendo esto el domingo que se mandó- te invito a ir colectando las piezas de tu mejor domingueo. Como todo, es un proceso, pero como tod buen proceso, vale la pena.