117 • Afilar los cuchillos
La segunda de una serie dedicada a la planificación productiva. Una lección de Abe, mi abuelo, y un set de principios para tu próxima sesión de planificación.
“Dame seis horas para talar un árbol y pasaré las primeras cuatro afilando el hacha.”.
Abraham Lincoln
Mi abuelo amaba cocinar. Cocinaba de todo - carne, pescado, hojas de parra - siempre con una atención casi obsesiva al detalle, siempre sumergido en la experiencia.
Sin importar que iba a hacer, siempre comenzaba afilando su cuchillo. Lo sacaba de su bloque, lo miraba de lado y lado, y afilaba un par de minutos. Pausaba, lo revisaba, te pedía que lo revises, le daba un par de pasadas más, y al fin contento con el resultado, sonreía, guiñaba, lo limpiaba, y se ponía a cortar.
Es un ritual que quedó inculcado en mi memoria - por que mi abuelo nunca me hablo de la importancia de planificar sin prisa y con pausa - me lo mostro mil veces.
Sin importar el tamaño del proyecto, no dejes la planficación al lado. Sé que es intimidante, se que puede ser difícil y se que definitivamente apaga la emoción que carga los primeros pasos de cualquier esfuerzo. Pero vale la pena, y puede sér más fácil con unos principios y más productiva con un poco de estructura.
Los principios que me han ayudado a mi:
Diez por ciento del proyecto a la planificación.
No te dejes absorber por la complejidad ni sobrepensar para procrastinar. Lincoln exageraba. Define cuanto tiempo le vas a dar al proyecto, y dale el primer diez porciento a la planificación. Si vas a correr una hora, calienta seis minutos. Si vas a trabajar en algo tres meses (60 días laborables) dale seis días a los planes. Este sale inspirado de los equipos de producto en Stripe para crear una compañía de miles de millones de dólares - si les sirve a ellos, te sirve a ti.Planea que vas a hacer, no como.
En otras palabras, evita demasiados detalles. Planificar una dirección, objetivos, estructura, y responsabilidades es productivo. Planificar como vas a resolver los problemas inevitables y diarios antes de que sucedan es un desperdicio de tiempo.90% en 50%
Asume que tienes que acabar la mayoría de tu trabajo en mitad del tiempo. Las veces que he entregado proyectos a tiempo han sido por esto. No extiendas tus cronogramas innecesariamente - desafíate a cumplir las cosas en menos tiempo para tener un buffer para imprevistos.Estructura flexible.
Todos los planes cambian. Los mejores planes se prestan a cambios con facilidad por que son parte de la discusión. Piensa en riesgos, planes de contingencia, y un rango de escenarios. Asi se evita tener que re-planificar.Tiempo y expectativas a los resultados.
Define con claridad que sería un buen resultado antes de comenzar a trabajar. Es fácil olvidarse y mover el objetivo si las cosas no se dan como esperabamos. Ten paciencia con tu plan, y (al menos que suceda algo catastrófico) dale chance a ver si resulta.