11 • (La falta de) Paciencia
Van diez días de Anotan. ¡Diez días! Y ya le perdí la paciencia. Comencé a dudar de la intención, el proyecto, el valor. Todo. Cuestioné si es que vale la pena, si va a tener el impacto que quiero, si le agrego valor a tu vida como lector.
Van diez días de Anotan. ¡Diez días! Y ya le perdí la paciencia.
Comencé a dudar de la intención, el proyecto, el valor. Todo. Cuestioné si es que vale la pena, si va a tener el impacto que quiero, si le agrego valor a tu vida como lector. En diez días perdí la perspectiva de querer dedicarle una década.
Anotan es un proyecto que comencé con esa intención - de que sea a diez años. De no ponerle metas, ni rumbo muy claro - y con el simple objetivo de que quiero que sea algo que dura una década.
Anotan comenzó como un proyecto de documentación de los procesos, lecciones y aprendizajes como emprendedor, artista y persona. Nada más y nada menos, justamente por darme el lujo de explorar, y quitarme la presión de que (en diez días) sea un hit.
Aún así, con esa claridad y ese contexto, me comencé a desesperar. Quiero que ya tenga la infinidad de impacto al que aspiro, que me haya marcado el camino de su propósito. Que el proceso de descubrimiento se haya cumplido en la primera semana.
Sabiendo todo eso, teniéndolo claro desde el principio del viaje, perdí la perspectiva, y se me evaporó la paciencia.
Porque es fácil dejarse llevar por la velocidad de lo que veo a mi alrededor. El mundo se mueve a un paso incomparable, pero igual logro compararme a cada paso.
Lo que me ayudó fue simple. Recordarme que si te comparas en una cosa, te comparas en todo, que esto es un proceso sin objetivo, y que a los buenos procesos hay que tenerles paciencia por que tienen vida propia.
Así que aquí estamos - con paciencia renovada, en el día 11 de 3,654. Nos vemos mañana.